La melancólica muerte del Chico Ostra

Tim Burton es conocido por su excentricidad dentro del mundo del cine. Personajes con rasgos
muy exagerados, historias macabras llenas de dulzura y la capacidad del director de encontrar
belleza hasta en los sitios más tenebrosos.

Así pues, su poemario no podía ser distinto. La melancólica muerte del Chico Ostra es una mezcla de historias de amor y búsqueda de la felicidad con finales catastróficos. Historias como las de Palillo y Cerilla en la que ella acaba matando a su pareja, unos padres que tienen un hijo robot al cual acaban usando de cubo de basura, niños con ojos de clavo que decoran árboles de Navidad, una chica vudú condenada a estar sola o un chico que muere al respirar aire puro por primera vez, son solo ejemplos de los poemas que podemos encontrar dentro del libro.

El título viene dado por la única historia corta que hay dentro de la obra. El chico ostra que acaba siendo comido por sus padres en un acto de intento de solucionar sus problemas sexuales, alegando que las ostras son afrodisiacas. Lo entierran de cualquier manera en la playa y así acaba la vida de un chico que no pidió nacer medio ostra, solo pidió que sus padres le quisieran.

Burton trae toda su imaginación peculiar en este pequeño poemario. Leer el libro es leerle a él y estar como dentro de una de sus películas. Además, el director y escritor ha ilustrado él mismo el poemario con dibujos que evocan ternura por la crudeza de la realidad de los personajes y a la vez ese toque macabro y oscuro que emanan todos los personajes de las historias Burtonianas.

Una vez acabas el libro, la sensación que a mí me dejó fue agridulce. Un conjunto de historias crudas llenas de ternura a las que solo quieres que les llegue el final feliz.