Cine

Wonder

Me ha costado mucho decidir si escribir sobre el libro o sobre la película. Pero reconozco que la película de Stephen Chbosky, basada en el best seller R.J Palacio, me enamoró.

La historia trata sobre la vida de August Pullman (Jacob Tremblay), al que todos llaman Auggie, que vive su vida completamente normal en Nueva York con su madre (Julia Roberts), su padre (Owen Wilson), su hermana mayor Via (Izabela Vidovic) y su perrita Daisy.

Lo que parece un argumento más de una historia más se va al traste cuando vemos que Auggie se quita el casco de astronauta y muestra las cicatrices que recorren su rostro, fruto de malformaciones al nacer y de las de más de 20 cirugías que ha sufrido para poder ver, escuchar y respirar. Gracias a las cuales puede empezar el colegio y empezar a relacionarse con niños de su edad.


La película es, emocionalmente hablando, dura. Tras toda su vida protegido en casa con su familia y saliendo a la calle pocas veces con la cara descubierta, ahora le toca enfrentarse a sus miedos y dejar que el mundo le conozca. Eso es algo que a cualquier niño le da miedo cuando entra en un colegio nuevo, imaginemos para alguien que ya sabe de por sí que va a ser el centro de todas las miradas.

Para Auggie, ir al colegio se convierte en una gran lección. Aprender a socializar, a salir de su mundo y abrirse a conocer otras maneras de pensar y ver la vida más allá de la seguridad de su casa. Aprender a reír y a hacer amigos, pero también a aceptar los prejuicios de los demás, la soledad y las burlas.

Pero para sus compañeros también es un gran aprendizaje que Auggie sea su compañero de clase. Enfrentarse a otra realidad, en la que a veces los niños para sobrevivir tienen que sufrir mucho antes. Entender que, independientemente de cómo sea nuestro aspecto, todos queremos lo mismo: que nos quieran. Y deshacerse de esos prejuicios que todos los niños tienen ante lo desconocido para poder hacer un hueco a un niño nuevo que no deja de ser eso: un niño.

Toda la película mantiene la esencia del libro con mensajes sobre la amabilidad, el mirar más allá de la primera imagen para poder conocer a alguien de verdad y de la amistad. Además de mostrar que, si enseñamos a los más pequeños a ser empáticos, el mundo puede ser un lugar más cálido.

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