Una Corte de Alas y Ruinas

Cuando empecé a leer estos libros tenía muy asumido que la historia se iba a desarrollar en una trilogía. Aunque no entendía cómo iba a explicar todo el embrollo de la trama principal entre Feyre, Tamlin y Rhysand y la guerrra contra Hybern. Además de todo eso, Sarah J Maas incluye muchas subtramas y personajes, a priori secundarios, que van cogiendo más protagonismo y fuerza durante la historia. Un claro ejemplo de este tipo de personajes son las hermanas de Feyre, Elain y Nesta, y Lucien. Pero a pesar de mis dudas, confié en el proceso.

No podía estar más equivocada. ¿La parte mala? Que es una historia con, de momento, una previsión de dos libros más (mínimo), por lo que aún no está acabada y no tenemos fecha de próxima de publicación. ¿La parte buena? Que nos queda Rhysand para rato.

Volvemos a empezar con Feyre otra vez en la Corte Primavera, aunque la situación no puede ser más distinta que la del segundo libro. Sí que es cierto que, para mi gusto, desde que empieza el libro hasta que Feyre vuelve a casa es demasiado larga. Aunque también es verdad que hay mucho contexto que explicar. A lo mejor se me hace tan larga porque, como he dejado claro, odio a Tamlin con todas mis fuerzas.

En este libro hay mucha política, mucha guerra y mucha sangre. Escenas explícitas de como se matan unos a otros y de cómo se ha abusado de personajes femeninos. Maas también pone sobre la mesa que, si bien los hombres suelen ser los que tienen voz y voto en reuniones bélicas, hay tradiciones y costumbres que están hechas para romperse. Y, como no, mi Alto Lord favorito es parte del que impulsa ese cambio, convirtiendo a Feyre no en su consorte, como es lo que suele ser tradición en Prythian, sino que le da el título de Alta Lady. Convirtiéndola en la primera Alta Lady de la historia. Su reina, su igual.

Como os decía, el libro está plagado de política, guerra y sangre. Pero también encontramos mucho amor, magia y héroes inesperados. No os negaré que vais a llorar mucho con ciertos personajes porque Maas sabe cómo hacer daño a sus lectores. De hecho, creo que este libro es el que más me ha hecho sufrir.

De esta historia me sigo quedando con la evolución de Feyre. Con el compañerismo que nace de personajes inesperados y las amistades que se fortalecen en momentos horribles. Con el Suriel. Con el Tallador de Huesos y con toda la magia de la historia. Y con el mensaje que me ha marcado mucho: solo tú decides lo que puede romperte.