Una Corte de Niebla y Furia
Segunda parte de la saga ACOTAR y no puede empezar mejor. Vale, Feyre sigue con Tamlin en la Corte Primavera. Vale, en este libro mi odio por Tamlin no hizo más que intensificarse. Vale, Rhys no sale de forma continuada hasta casi un cuarto de libro más tarde.
A pesar de todo eso, me encanta la evolución de personaje que Sarah J. Maas hace con Feyre. En este libro seguimos viendo la historia desde sus ojos, por lo que vivimos todo el proceso de sentirse destrozada después de no solo haber muerto ella en Bajo la Montaña, si no el trauma que le supuso asesinar a dos desconocidos por salvar a un Tamlin que pensaba conocer. El mismo que, una vez recuperados sus poderes, decidió centrarse en él y SUS necesidades pasando por alto a una pareja que se había destrozado en el proceso de salvarlo.
El estrés post traumático de Feyre creo que está muy bien explicado. También supongo que me gusta mucho más este libro porque, aparte de que parece que la historia avanza más rápido, cuando Feyre es rescatada de la Corte Primavera por Rhys y su prima, Morrigan, es también cuando empiezan a aparecer personajes que he acabado amando con toda mi alma.
La familia que forma Feyre con la Corte Noche, la capacidad que tiene de ir entendiendo, poco a poco, cómo fue que se enamoró tan rápido de Tamlin, el momento de darse cuenta que realmente no conocía tanto al Alto Lord de la Corte Primavera, el mismo que la encerró en una mansión bajo el pretexto de “protegerla”. Y cómo se cura aceptando la ayuda de quienes la rodean mientras, a la vez, aprende no solo a controlar sus poderes si no a hacerse más fuerte físicamente.
Creo que lo que más me gusta de este libro es el mensaje que nos da la autora a través de Feyre y que nos recuerda que siempre siempre siempre se puede salir del bache. Obviamente la Corte Noche me enamoró y su Alto Lord se ha quedado mi corazón.
Si bien se responden muchas preguntas que quedan en el aire durante el primer libro, el final es INCREÍBLE. No me esperaba para nada ese giro de los acontecimientos. Recuerdo estar leyendo con los ojos como platos y la lágrima fácil a la vez que la tristeza y el amor se mezclaba con la rabia hacia cierto Alto Lord principesco que no demostró más que ser un villano disfrazado.
Otra vez, Sarah J. Maas deja un final muy abierto. Por lo que solo tengo dos recomendaciones con esta historia. La primera es que la leáis. La segunda que no cometáis mi error de comprar los libros por separado u os veréis como yo, a las 3 de la mañana mirando el techo contando los segundos para poder comprar el siguiente.