Una mañana en CECOS
Cuando se llama al 061 se espera que la ayuda llegué en cuestión de segundos. Pero, ¿sabemos realmente el procedimiento tras nuestra llamada? ¿Qué pasa con los datos que damos? ¿Por qué puede llegar a tardar más de lo que esperamos?
¿Qué se esconde detrás de la llegada de una ambulancia?
Barcelona es una ciudad con mucho movimiento y desde el 061 se destina una única sala en la ciudad condal para gestionar los recursos de emergencias exclusivos en Barcelona. El cambio de turno de las ambulancias empieza a las seis de la mañana. La jornada suele durar doce horas y desde entonces no paran de recorrer toda la ciudad.
Pero, ¿quién le comunica a la ambulancia quiénes somos y qué nos pasa? Y lo más importante ¿dónde encontrarnos? La sala CECOS, Central de Coordinación Sanitaria, de Barcelona se sitúa cerca de Plaza España. Dentro de una habitación, los gestores de recursos reciben las pantallas que se crean tras las llamadas de los usuarios. Con los recursos disponibles y Barcelona divida en cuatro zonas se procede a empezar una jornada que no da ninguna tregua.
La codificación de la información
El primer paso para pedir un recurso de emergencias en la ciudad condal es llamar al 061 o al 112. La llamada es sencilla: se trata de saber dónde está el afectado y qué le pasa. Si la llamada se gestiona correctamente y los alertantes siguen las indicaciones del gestor de primer nivel, suele ser una llamada breve, de no más de minuto y medio.
Una vez creada la pantalla del incidente, ésta salta directamente a la sala CECOS. Un conjunto de número permite a los gestores de recursos el diferenciar pantallas sin verlas para poder comunicarse con sus compañeros. Además, la prioridad de cada uno de los casos se decide gracias al programa, las prioridades 0 se mandarán antes y así progresivamente con el resto de números.
Seguidamente, cada gestor entra en las pantallas de su zona de la ciudad, pues existen ambulancias para cada zona de Barcelona, y, en menos de minuto y medio, zonifica la dirección, comprueba que recurso queda más cerca mientras lee la sintomatología del paciente.
Comunicación con la ambulancia desde la central
Una vez decidido el recurso, a través de la radio, el gestor se pone en contacto con la ambulancia. Las frases deben ser cortas, lo más sencillas posibles y sin rodeos. Es por esa misma razón que existe el código 3, se trata de un protocolo a seguir al comunicarse entre ambulancia y gestor para decir lo máximo en el menos tiempo posible. Así pues, no es necesario leer toda una frase, si no que con tres números el mensaje es claro.
Toda la comunicación, a ser posible, se hace a través de radio y con el protocolo establecido para que, a pesar de que el personal cambie, el trabajo se haga siempre de la misma manera. Como forma excepcional, los recursos pueden pedir que les llame el personal sanitario de la sala de CECOS para comentar ciertas cosas del servicio de forma más extensa o para poder dar “altas” ya que o bien no es necesario el traslado o el afectado no quiere ser atendido.
Una vez vinculada ambulancia al servicio, gestor y recurso comparten pantalla. Así es fácil saber donde se encuentra la ambulancia en cada momento y cuando ha llegado con el paciente. También se monotoriza cuando sale para el hospital y la llegada al mismo, así se puede calcular el tiempo que se tarda en triar, es decir que acepten al paciente en el centro sanitario y cuánto se tarda en realizar un servicio, que no suele pasar de la hora o la hora y media como mucho.
Fin del servicio, pero no del turno
Los servicios se acaban y las pantallas desaparecen de los ordenadores, pero no del sistema ya que todos los datos y movimientos se quedan guardados. Así, a parte de tener un control y hacer estadísticas de lo que se necesita en un día en una ciudad como Barcelona, todos los asistidos pueden demostrar que han sido atendidos y/o trasladados.
Pero un servicio no significa un día de trabajo. Las ambulancias pueden acudir a entre 3 y 8 servicios diarios y el gestor puede llegar a tener en pantalla hasta 100 servicios pues no se comunica solo con una ambulancia, si no que puede llegar a gestionar entre 7 y 10 durante su turno.
Así pues, una ambulancia no se asigna una vez se llama. Dependiendo de la gravedad y del margen de recursos del que se disponga en ese momento, el gestor ha de priorizar y decidir donde mandar y qué puede esperar, siempre apoyado y aconsejado por el personal sanitario de la sala que, en muchas ocasiones, son ellos los que deciden el orden de los servicios.
Puede ser que una ambulancia tarde más de lo que se espera o incluso que parezca que nunca va a llegar, pero desde la sala de Barcelona, se tiene en cuenta todos y cada uno de los servicios y, aunque a veces con algo de retraso, se llegan a cerrar todas las pantallas.
Fotografías extraídas de https://sem.gencat.cat/ca/coneixer-el-sem/el-sem-en-imatges/central-de-coordinacio-sanitaria/