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“Hay muchas veces que no puedo imaginar vivir sin combinar el arte con la educación social”

Hace veinticinco años nacía en Fraga —Aragón— Shara Llop. Ya de muy pequeña le gustaba cantar y dibujar, y cuando cumplió los 17 se mudó sola a Lleida para empezar a vivir una vida fuera de su pequeño pueblo. En lugar de empezar la universidad al acabar el bachiller, decidió invertir un año en un grado superior de ilustración, lo que le abrió las puertas para el mundo del dibujo y el tatuaje. Pero fue su empatía la que la acabó encaminando a estudiar el grado universitario de educación social. Además, durante los primeros años del grado empezó su carrera como cantante en un grupo de versiones en Lleida, Bruixa Express, lo que le dio experiencia y tablas encima del escenario.

Shara Llop en Arco de Triunfo en Barcelona - Andrea Errando Escolar.JPG
Shara Llop en Arco de Triunfo, Barcelona

Andrea: Vamos por partes, ahora mismo hace unos dos años casi que te mudaste a Barcelona, ¿Verdad? ¿Por qué te decidiste a mudarte?

Shara: Sí, hace ya casi dos años que vivo en Barcelona. Decidí que quería cambiar de aires y esta ciudad siempre me ha llamado mucho la atención así que me vine a hacer el último año de carrera aquí. Como un programa Erasmus pero dentro de España.

Andrea: ¿Por qué te ha llamado siempre la atención Barcelona?

Shara: Por el estilo alternativo. Es decir, desde siempre en Fraga he sido catalogada como la rara del grupo. El pelo siempre de colores distintos, piercings y tatuajes además de la música rock y heavy que siempre me ha gustado y la forma de vestir. En Lleida está mejor visto pero a la vez sigue siendo demasiado desconocido el mundo alternativo. Barcelona, en cambio… es otro mundo. Aquí lo raro es que la gente se parezca demasiado entre sí y también es una ciudad mucho más abierta a este tipo de cultura.

Andrea: Supongo que el cambio debe ser importante, pasar de vivir en un sitio catalogada como alguien diferente y venir a vivir a una ciudad, y además en un barrio como es Gràcia, en que lo bohemio y alternativo está a la orden del día.

Shara: Es totalmente diferente sí. Pero también hay mucho prejuicio con este estilo de vida. Tengo una amiga que no puede salir de casa con “sus pintas” como lo llama ella sin llevarse dos o tres miradas de la gente que la rodea. Cuando esas pintas no son más que ir siempre de negro y un maquillaje del mismo color muy marcado.

“Creo que a los 18 nadie es completamente capaz de decidir qué quiere hacer el resto de su vida. No quería estar cuatro años en una carrera para darme cuenta a la mitad que estaba totalmente equivocada y dejarlo”

Andrea: Sí, prejuicios hay en todas partes, en una ciudad tan grande pasan más desapercibidos pero siguen existiendo.

Shara: Es una lástima, pero sí.

Andrea: Centrémonos en otro aspecto de ti. Cuando la sociedad dicta que es momento de ir a la universidad, tú decidiste hacer un grado superior. ¿De qué lo hiciste? Y, ¿por qué exactamente?

Shara: Creo que a los 18 nadie es completamente capaz de decidir qué quiere hacer el resto de su vida. No quería estar cuatro años en una carrera para darme cuenta a la mitad que estaba totalmente equivocada y dejarlo. Hice un grado superior de Ilustración y Diseño que duró dos años. Siempre me ha gustado dibujar, en clase sobretodo (risas) mientras los demás hablaban o dormían yo era la que dibujaba en todos los márgenes de las hojas. Lo curioso es que el dibujo me ayudaba a concentrarme mejor.

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Shara Llop delante de un escaparate de Norma Comics, Barcelona

Andrea: Entonces hiciste este grado superior y ¿cómo pasaste a decidir estudiar Educación Social?

Shara: Durante unas prácticas estuve dando clases a niños. Eran niños de familias bien ya que  ese curso costaba un dineral, pero ver cómo expresaban sus miedos y sentimientos a través de los dibujos me hizo pensar en qué podrían llegar a expresar los niños de familias desestructuradas. Todo empezó por eso.

Andrea: Y una vez en la carrera y ya habiéndola acabado, ¿crees que tu experiencia puede llegar a ser un buen consejo?

Shara: Sí. Sin duda. Esperar un dos me hizo darme cuenta de lo que realmente quería hacer. He tenido mis miedos e incertidumbres, como todos durante la carrera supongo. Pero he trabajado con adultos con problemas de drogas en un centro residencial con personas con esta dependencia y les he visto salir de esos pozos y mi última experiencia ha sido con chicos con diversidad funcional. No puedo estar más segura de que esto es mi vocación.

Andrea: ¿A qué te refieres con diversidad funcional?

Shara: A ver, la diversidad funcional se puede llegar a traducir como un una discapacidad como lo sería el Síndrome de Down o un Autismo. Pero en mi mundo laboral la palabra “discapacidad” no está bien vista. Son capaces de hacer muchísimas cosas, igual que tú  y yo, pero necesitan cierto espacio a veces o una atención mayor. También te digo que hay muchas cosas que ellos hacen que yo soy incapaz. He conocido gente autista que es un as en las matemáticas y a mi me sacas de las sumas y las restas y muchas veces me pierdo. Así que estamos luchando para evitar la palabra discapacidad, no están discapacitados, simplemente todos tenemos unas necesidades y unas habilidades diferentes.

Andrea: Entonces ya tienes cierta experiencia en este mundo. Pero tengo entendido también que durante la carrera no te centraste solo en los estudios y las prácticas. ¿En qué momento la música empieza a formar parte de tu vida?

Shara: No (risas) los dos primeros años fueron algo caóticos. La verdad es que siempre me ha gustado cantar y tocar. He dado clase de canto tres años y de guitarra dos. Empecé con el instrumento a los quince años y a los diecisiete, al dejar las clases de guitarra empecé mis tres años de canto. Cuando estaba en la carrera se dio la casualidad que, por segunda vez, Bruixa Express —un grupo muy conocido en Lleida— buscaba vocalista femenina. Hacía dos años que me quería presentar pero no lo hice por miedo al rechazo. Cuando el representante volvió a llamarme me armé de valor y me presenté. Ahí empezaron mis dos años de cantante con el grupo.

Shara Llop con una de sus pasiones - Andrea Errando Escolar.jpeg
Shara Llop en Fnac, Barcelona

Andrea: ¿Cómo lo compaginabas con los estudios? ¿Dónde tocábais exactamente?

Shara: Al ser un grupo conocido, como te he comentado, teníamos representante. Realmente los conciertos eran mi trabajo y tenía ciertos días libres que podía coger cuando la universidad era irremplazable, por ejemplo una presentación o un examen. Muchas veces si el concierto era demasiado importante como para cancelarlo o posponerlo, ellos empezaban con las pruebas de sonido e iluminacion y yo me unía justo antes de salir al escenario. Tocábamos en fiestas populares, al ser un grupo de versiones esas fiestas eran nuestra base. Pero también estuvimos en algún local y alguna boda.

Andrea: ¿Por qué acabó?

Shara: Realmente la relación con el representante no era demasiado buena así que al acabar la temporada al segundo año dos chicos más y yo decidimos dejarlo.

Andrea: Y ahora ¿sigues cantando?

Shara: No he dejado de hacerlo, soy incapaz. Ahora mismo estoy haciendo pequeñas covers de distintas canciones con estilos muy diferentes que voy publicando en mi página de Instagram.

Andrea: ¿Y algún proyecto musical a corto o largo plazo?

Shara: Está difícil la cosa, la verdad. Empezamos un grupo con dos chicas más pero entre pitos y flautas, por incompatibilidad de horarios, hemos tenido que dejarlo. Ahora estoy básicamente haciendo las covers que te he dicho para promocionarme pero también voy yendo a The Craft los martes, es un bar musical que cada martes tiene la opción de micro abierto y ahí estoy, a ver si conozco a mi futuro grupo.

Andrea: ¿Querrías vivir solo de la música?

Shara: Es bastante difícil pero no diría que no. Ahora mismo me conformo con tener un grupo e ir haciendo bolos en algún local y empezar a componer temas propios. Yo estoy haciendo algunos pinitos con letras pero nada importante hasta que no encuentre un grupo entero o sea capaz de componer la música yo también.

Andrea: El mundo de la música es complicado, veo. ¿Casi tanto como el del tatuaje?

Shara: No lo sabes tú bien (risas). El tema tatuaje es algo más real ahora en mi vida.

Andrea: ¿Cuándo empezaste?

Shara: Estuve tiempo ahorrando para la primera máquina que me pude comprar hace dos años, horrible y un desastre para ser sincera. Pero en cuanto la tuve empecé a tatuar en piel sintética hasta que mi madre se prestó para tatuarla a ella y vi lo difícil que era. Tengo amigos en Lleida que también me dejaron hacer mis pinitos con ellos pero siempre quedaban poco tintados y empecé a pensar que realmente no era lo mio, hasta que un tatuador me recomendó cambiar de máquina y vi la luz.

Shara Llop en una cafetería que frecuenta para dibujar en Barcelona - Andrea Errando Escolar.JPG
Shara Llop en Sandwichez, Barcelona

Andrea: Entonces ¿la máquina era el problema?

Shara: Más o menos. La máquina tiene mucho que ver cuando quieres tatuar, pero el talento también cuenta. Con esa nueva máquina le arreglé el tatuaje a mi madre y empecé a tatuarme yo las piernas. Poco a poco he ido mejorando mucho y ahora tengo amigos que me piden que les tatúe.

Andrea: ¿Has pensado en trabajar en un estudio?

Shara: Sí claro, pero es muy difícil. No suelen buscar aprendices y yo todavía no tengo un nombre demasiado conocido. Ahora no podría vivir de esto pero de vez en cuando tengo amigas que me piden algún tatuaje y, en particular, tengo una que tiene reservados bastantes diseños. De hecho empezamos en nada a tatuarla. Es gracias a este círculo que sigo practicando y mejorando, además de tener una amiga que ya trabaja en un estudio de tatuajes y me sigue dando clases siempre que puede. Poco a poco.

Andrea: Entonces, ahora mismo ¿cuál es el plan?

Shara: Encontrar trabajo de lo que sea (risas). Siempre y cuando pueda ser de lo mío mejor claro. Al tener tantos frentes abiertos estoy buscando más de educadora social pero también voy vendiendo prints y empezaré a montar un stand en ferias de artículos artesanales con una amiga que hace collares a mano para vender nuestras obras, a ver si hay suerte.

Andrea: Tatuando cuando puedes, dibujando para vender y a la vez queriendo cantar y trabajar de educadora. No quieres aburrirte ¿eh?

Shara: La rutina siempre me ha aterrorizado. Necesito estar activa pero haciendo muchas cosas a la vez. Hay muchas veces que no puedo imaginar vivir sin combinar el arte con la educación social. Así que si puedo combinar todas mis pasiones, ¿por qué no vivir de ellas?

Entrevista hecha en 2018 y publicada en la onceava edición de la revista digital RGB. Disponible en Internet: https://www.calameo.com/read/0058091754eaf9ef7d857

Actualmente Shara Llop sigue tatuando de forma profesional en un estudio que ha montado ella en su casa y también forma parte del grupo Rewind The Cassettes y hacen conciertos en locales de Barcelona.

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